miércoles, 10 de mayo de 2017

Etica

Ética
REFLEXIÓN CRÍTICA, PROBLEMÁTICA DE RIESGO SOCIAL

Los efectos contradictorios en la sociedad hace  que la población quede excluida generando sociedades desiguales e inequitativas evidenciándose   fenómenos como el estrechamiento de los mercados internos, el desempleo, la flexibilidad laboral, la precarización del empleo, el incremento de la pobreza, la indigencia y vulnerabilidad social, la reducción de la gobernabilidad democrática, la violación de los derechos humanos, la inseguridad ciudadana, la violencia generalizada, el debilitamiento de la cohesión social, entre otros.
Esta situación ha tendido a agravarse, por cuanto las políticas públicas adoptadas por los gobiernos de la región han estado orientadas a aumentar estas desigualdades, como se desprende del análisis que hace Altamir (1994), quien compara el caso de diez países, y afirma que hay bases para suponer que la nueva modalidad de funcionamiento y las nuevas reglas de política pública de estas economías pueden implicar mayores desigualdades de ingresos. Al respecto, Guy Bajoit señala que dichas políticas son impulsadas por el Estado, “muy concretamente: el Estado neoliberal que no deja de repetir a los pobres que tienen el derecho de vivir con dignidad, integrados en una sociedad equitativa, donde son invitados a ser individuos y ciudadanos, y, simultáneamente este mismo Estado adopta un modelo económico que genera estructuralmente un auge de la desigualdad, de la exclusión, y por ende, de la pobreza relativa” América Latina hasta ahora no ha logrado avanzar significativamente en el ámbito social, pues no cuenta con una estrategia sólida que contribuya a reducir la pobreza, la desigualdad social, y a incrementar la inclusión de sus ciudadanos más pobres dentro del sistema político, social y económico. En ese sentido, hay poca evidencia de que las mejoras importantes en la política social hayan sido cruciales en la disminución de la pobreza y la desigualdad en las últimas dos décadas. Con la actual crisis, se han agravado las críticas hacia un modelo de economía preponderante que, apoyado en la supuesta racionalidad auto interesada del agente y las consecuencias inintencionadas de sus acciones, entiende que la búsqueda del máximo beneficio particular garantiza el correcto desarrollo tanto económico como social y humano.
Desde esta perspectiva, el problema actual del desarrollo económico y social no respondería tanto a una cuestión de falta de recursos, sino a una escasez de relacionalidad. En primer lugar, porque tal hecho no permite superar la barrera del equilibrio subóptimo que impone el individualismo axiológico, como así sugieren diferentes experimentos de laboratorio y estudios de campo realizados con juegos de estrategia10 (Zamagni, 2006). En segundo lugar, porque de ese modo es muy difícil encontrar la forma de hacer posible una actividad económica que resulte rentable y sostenible al mismo tiempo11 (Zamagni, 1999). Y en tercer lugar, porque imposibilita la generación de aquellos bienes que, como la amistad, la confianza, la participación ciudadana o la identidad, están implicados tanto en la cohesión del mercado y de la sociedad como en la gestión del capital talento y la autorrealización de las personas12 (Zamagni, 2010c).
la política social ha sido entendida tradicionalmente como una intervención del Estado en la sociedad civil (Ceja 2004), un instrumento del mismo que, acorde con su modelo de desarrollo en el territorio latinoamericano, se ha interesado prioritariamente por las condiciones de la clase trabajadora, de las personas en situación de pobreza y de una parte de los individuos de la sociedad, actuando mediante programas y estrategias que proveen salud, seguridad social, vivienda, educación y tiempo libre, con el objetivo de lograr bienestar social y mejoría de las condiciones materiales de vida de la población (Dell’ordine 2003). Sin embargo, hoy los mismos apuntan también hacia el impulso de un mayor desarrollo humano, equidad, justicia y cohesión social (Ceja 2004; Viteri 2007). Colombia no ha sido ajena a la aplicación de políticas sociales orientadas en la primera dirección, lo cual ha generado sistemáticamente la ponderación del beneficio personal, aun a costa de terceros; la indiferencia hacia el sufrimiento de los demás; el temor a pronunciarse o a disentir, ante la posibilidad de ser excluidos de tales “beneficios”; el “acomodamiento” en circunstancias adversas de sus vidas para seguir recibiendo ayudas, lo que las hace una metáfora de “caída social”. de acuerdo con los desarrollos éticos actuales, la política social ya no puede seguir apostándole al fomento de un individuo autónomo, en el ostracismo que le dan su real saber y entender, su libre albedrío para actuar, sino que las instituciones y los agentes profesionales que las operan deben trabajar en el potenciamiento de personas que, a partir de un ejercicio dialógico argumentativo, deliberativo y simétrico en torno a sus condiciones de vida y las formas de mejorarlas, configuren un sistema normativo y regulativo de sus prácticas sociales, que sirva de base para impulsar conjuntamente un mayor reconocimiento y aceptación de las diferencias, donde tenga lugar un verdadero ejercicio de poder mediante la solidaridad y corresponsabilidad con los “otros” hacia la construcción de una sociedad más cohesionada, equitativa y democrática.

file:///C:/Users/MariaAlicia/Downloads/Economia%20civil%20desde%20una%20%C3%A9tica%20de%20la%20raz%C3%B3n%20cordial%20-%20Patrici%20Calvo%20(2).pdf


Link video propuesta de solución final
https://youtu.be/yNRL-Zql55Q


En cuanto a la generación de puestos de trabajo, un primer factor determinante es la evolución histórica del nivel del producto interno, el que está a su vez directamente asociado con el ritmo de formación de capital. Sin duda una tasa elevada y sostenida de crecimiento del producto constituye la condición necesaria fundamental para asegurar un ritmo de generación de nuevos puestos de trabajo que sean compatibles con la disponibilidad creciente de mano de obra.

Si analizamos lo ocurrido en los países con  economías en transición, comprobamos que el problema del desempleo se deriva de que aún subsiste la acumulación de mano de obra en las empresas estatales heredada del sistema económico anterior. A pesar de que las empresas, por ejemplo, de la Europa central y oriental han emprendido reestructuraciones de fondo - cuyo costo ha sido a menudo el aumento del desempleo y la pobreza - todavía les queda por resolver el ajuste de la estructura empresarial con el fin de aumentar la productividad de la mano de obra. Otros problemas prácticos que reclaman solución son la insuficiente flexibilidad del mercado de la vivienda y las dificultades que supone garantizar una protección social aceptable para los trabajadores afectados por la reestructuración.

En las regiones con economías en desarrollo, la mayoría de los trabajadores desempeñan labores de baja productividad que, siendo con frecuencia físicamente pesadas, sólo les aportan remuneraciones mínimas. En la mayoría de estos países  el pleno empleo es un objetivo a largo plazo y, en lo inmediato, solo sirve como marco para la formulación de políticas de empleo. Entre los objetivos a perseguir, figura el logro de una tasa de crecimiento del empleo productivo en los sectores modernos, superior a la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo y la disminución de la magnitud del subempleo en los ámbitos tanto rural como urbano del sector no estructurado de la economía.

DESEMPLEO Y POBREZA: CAUSAS Y POSIBLES SOLUCIONES
 Dr. Raúl Enrique Altamira Gigena
Profesor Titular Plenario
Derecho del Trabajo y Seguridad Social
Universidad Nacional de Córdoba



jueves, 4 de mayo de 2017

jueves, 6 de abril de 2017

Etica Reflexión Crítica Unidad dos

Reflexión crítica

Contexto globalizado y políticas sociales en América Latina.

 La globalización es el producto de efectos contradictorios en la sociedad, donde a su vez nos ofrece un mundo con muchas posibilidades de desarrollo, con el crecimiento económico que ésta genera a partir del auge de la economía de mercado, las telecomunicaciones, la informática y el conocimiento racional, amplios sectores de la población quedan excluidos del mismo generándose sociedades desiguales e inequitativas. Podemos evidenciar fenómenos como: el desempleo, la flexibilidad laboral, la precarización del empleo, el incremento de la pobreza, la indigencia y vulnerabilidad social, la reducción de la gobernabilidad democrática, la violación de los derechos humanos, la inseguridad ciudadana, la violencia generalizada, el debilitamiento de la cohesión social.

Según Altamir (1994), esta situación ha tendido a agravarse por las políticas adoptadas por los gobiernos de la región que han sido orientadas a aumentar las desigualdades.
La globalización económica  tiene características comunes como por ejemplo la información en tiempo real; la planeación global de la producción de las empresas transnacionales; la extensión del libre comercio,  formas de proteccionismo en el mundo industrializado; la contradictoria combinación de una elevada movilidad de los capitales y fuertes restricciones a la migración laboral; la evidencia de una creciente vulnerabilidad e interdependencia ambientales, y una inédita tendencia a la homogeneización institucional.

De este modo, América Latina hasta ahora no ha logrado avanzar significativamente en el ámbito social, pues no cuenta con una estrategia sólida que contribuya a reducir la pobreza, la desigualdad social, y a incrementar la inclusión de sus ciudadanos más pobres dentro del sistema político, social y económico. (Dell'ordine 2003) el modelo de desarrollo en el territorio latinoamericano, se ha interesado prioritariamente por las condiciones de la clase trabajadora, de las personas en situación de pobreza y de una parte de los individuos de la sociedad, actuando mediante programas y estrategias que proveen salud, seguridad social, vivienda, educación y tiempo libre, con el objetivo de lograr bienestar social y mejoría de las condiciones materiales de vida de la población.

En razón a lo anterior, la Cepal indica que en América Latina "la política social necesita renovarse y fortalecerse de forma significativa" (Cepal 2002b, 308), particularmente en cuanto a la educación, el empleo y la protección social (Cepal 2002b, 308). Este mismo organismo señala que estas políticas deben orientarse hacia la generación de capital social mediante la reciprocidad, la confianza y la solidaridad (Cepal 2002a).

Reflexión crítica

Contexto globalizado y políticas sociales en América Latina

 La globalización es el producto de efectos contradictorios en la sociedad, donde a su vez nos ofrece un mundo con muchas posibilidades de desarrollo, con el crecimiento económico que ésta genera a partir del auge de la economía de mercado, las telecomunicaciones, la informática y el conocimiento racional, amplios sectores de la población quedan excluidos del mismo generándose sociedades desiguales e inequitativas. Podemos evidenciar fenómenos como: el desempleo, la flexibilidad laboral, la precarización del empleo, el incremento de la pobreza, la indigencia y vulnerabilidad social, la reducción de la gobernabilidad democrática, la violación de los derechos humanos, la inseguridad ciudadana, la violencia generalizada, el debilitamiento de la cohesión social.
Según Altamir (1994), esta situación ha tendido a agravarse por las políticas adoptadas por los gobiernos de la región que han sido orientadas a aumentar las desigualdades.
La globalización económica  tiene características comunes como por ejemplo la información en tiempo real; la planeación global de la producción de las empresas transnacionales; la extensión del libre comercio,  formas de proteccionismo en el mundo industrializado; la contradictoria combinación de una elevada movilidad de los capitales y fuertes restricciones a la migración laboral; la evidencia de una creciente vulnerabilidad e interdependencia ambientales, y una inédita tendencia a la homogeneización institucional.
De este modo, América Latina hasta ahora no ha logrado avanzar significativamente en el ámbito social, pues no cuenta con una estrategia sólida que contribuya a reducir la pobreza, la desigualdad social, y a incrementar la inclusión de sus ciudadanos más pobres dentro del sistema político, social y económico. (Dell'ordine 2003) el modelo de desarrollo en el territorio latinoamericano, se ha interesado prioritariamente por las condiciones de la clase trabajadora, de las personas en situación de pobreza y de una parte de los individuos de la sociedad, actuando mediante programas y estrategias que proveen salud, seguridad social, vivienda, educación y tiempo libre, con el objetivo de lograr bienestar social y mejoría de las condiciones materiales de vida de la población.
En razón a lo anterior, la Cepal indica que en América Latina "la política social necesita renovarse y fortalecerse de forma significativa" (Cepal 2002b, 308), particularmente en cuanto a la educación, el empleo y la protección social (Cepal 2002b, 308). Este mismo organismo señala que estas políticas deben orientarse hacia la generación de capital social mediante la reciprocidad, la confianza y la solidaridad (Cepal 2002a).
Economía civil desde una ética de la razón cordial
Con la actual crisis se ha venido agravando el modelo de la economía, se entiende por máximo beneficio el correcto desarrollo económico social y humano Joseph E. Stiglitz premio nobel de economía argumenta que la teoría neoliberal “no se basa en una profunda comprensión de la teoría económica moderna, sino en una interpretación ingenua de la economía, basada en los supuestos de una competencia perfecta, de unos mercados perfectos y una información perfecta” (2012: 12). Uno de los principales efectos de este proceso crítico, ha sido el considerable aumento del interés general por modelos económicos alternativos. Especialmente aquellos basados en el bien común y la relacionalidad.
Economía civil: bien común y relacionalidad
La economía civil surge con un claro propósito: ofrecer un modelo económico capaz de dar respuesta a las necesidades de la sociedad del momento; es decir, cuyo desarrollo permita una sociedad más justa y feliz (Genovesi, 1785a: 3). Para Genovesi, las personas tienen necesidades que, en muchos casos, requieren de relacionalidad; como, por ejemplo, la satisfacción de su natural propensión a la felicidad. Genovesi emerge la idea de un mercado civil y civilizador cuyo correcto funcionamiento es condición de posibilidad de una sociedad más justa y, sobre todo, feliz. El comercio, en tanto que requiere de espacios adecuados para poder generar relaciones interpersonales, ofrece las condiciones necesarias para que las personas puedan satisfacer sus necesidades y desarrollar una vida plenamente humana. Entre otras cosas, porque obliga a fomentar la paz y libertad entre personas y sociedades (Genovesi, 1785a: 5, 57; 1785b: 8, 18-19) ofreciendo a los implicados la posibilidad de proyectarse adecuadamente. Encuentra en el bien común el criterio de validez moral que le permite justificar y dar sentido a toda la actividad económica. Para la economía civil, por consiguiente, es lícito comerciar, pero siempre y cuando el principal interés de la actividad sea el bien de la comunidad.
Genovesi diseña su enfoque civil de economía alrededor de seis conceptos fundamentales:
comercio: mecanismo básico de civilización porque  requiere de relacionalidad para existir; necesita fomentar y potenciar la adquisición y uso de las virtudes civiles para poder llevar a cabo su actividad; exige paz entre pueblos y naciones para desarrollarse correctamente;  la economía se erige como una actividad civil y civilizadora que promueve y procura espacios de paz y libertad donde las personas puedan desplegar sus objetivos de vida buena, sus máximos de felicidad
 interés: Se trata de un tipo de contrato que, orientado por el bien común y motivado por la gratuidad, sirve para empoderar a los demás, no para enriquecerse a costa de sus necesidades, por lo que está totalmente justificado.
Confianza: recurso básico para el desarrollo económico, puesto que el “crédito personal en general de una Nación, con relación a las otras con quienes comercia o puede comerciar, nace de dos principios: el primero del crédito de muchos particulares: el segundo de la fe pública civilidad, reciprocidad y felicidad.
Civilidad: conjunto de medios disponibles y utilizados por una sociedad concreta para desarrollarse y alcanzar un nivel superior en términos de instituciones y prácticas sociales. Para la economía civil, generar y potenciar tales mecanismos existentes es crucial para conseguir el bien común de la sociedad y, de ese modo, la felicidad pública de los implicados.
Reciprocidad: característica básica que permite el establecimiento de ciertas relaciones genuinas implicadas en la felicidad de la sociedad y sus individuos.
Felicidad: La vida civil, apoyada en virtudes civiles y orientadas por el bien común, emerge como un espacio donde las personas pueden desarrollarse en comunidad y conseguir la felicidad, mientras que la vida desencarnada, apoyada en vicios y orientada por el bien particular, produce un placer hedonista cuya satisfacción es limitada y cortoplacista.
 Tras siglo y medio de olvido, la economía civil está siendo reconsiderada por algunos teóricos actuales, Principalmente, como alternativa a un modelo económico preponderante que, basado en el individualismo axiológico y la maximización del beneficio particular, no parece capaz de lograr satisfacer las expectativas e intereses en juego, tanto a nivel económico como social y humano.


jueves, 6 de abril de 2017

Etica Reflexión Crítica Unidad dos

Reflexión crítica

Contexto globalizado y políticas sociales en América Latina.

 La globalización es el producto de efectos contradictorios en la sociedad, donde a su vez nos ofrece un mundo con muchas posibilidades de desarrollo, con el crecimiento económico que ésta genera a partir del auge de la economía de mercado, las telecomunicaciones, la informática y el conocimiento racional, amplios sectores de la población quedan excluidos del mismo generándose sociedades desiguales e inequitativas. Podemos evidenciar fenómenos como: el desempleo, la flexibilidad laboral, la precarización del empleo, el incremento de la pobreza, la indigencia y vulnerabilidad social, la reducción de la gobernabilidad democrática, la violación de los derechos humanos, la inseguridad ciudadana, la violencia generalizada, el debilitamiento de la cohesión social.

Según Altamir (1994), esta situación ha tendido a agravarse por las políticas adoptadas por los gobiernos de la región que han sido orientadas a aumentar las desigualdades.
La globalización económica  tiene características comunes como por ejemplo la información en tiempo real; la planeación global de la producción de las empresas transnacionales; la extensión del libre comercio,  formas de proteccionismo en el mundo industrializado; la contradictoria combinación de una elevada movilidad de los capitales y fuertes restricciones a la migración laboral; la evidencia de una creciente vulnerabilidad e interdependencia ambientales, y una inédita tendencia a la homogeneización institucional.

De este modo, América Latina hasta ahora no ha logrado avanzar significativamente en el ámbito social, pues no cuenta con una estrategia sólida que contribuya a reducir la pobreza, la desigualdad social, y a incrementar la inclusión de sus ciudadanos más pobres dentro del sistema político, social y económico. (Dell'ordine 2003) el modelo de desarrollo en el territorio latinoamericano, se ha interesado prioritariamente por las condiciones de la clase trabajadora, de las personas en situación de pobreza y de una parte de los individuos de la sociedad, actuando mediante programas y estrategias que proveen salud, seguridad social, vivienda, educación y tiempo libre, con el objetivo de lograr bienestar social y mejoría de las condiciones materiales de vida de la población.

En razón a lo anterior, la Cepal indica que en América Latina "la política social necesita renovarse y fortalecerse de forma significativa" (Cepal 2002b, 308), particularmente en cuanto a la educación, el empleo y la protección social (Cepal 2002b, 308). Este mismo organismo señala que estas políticas deben orientarse hacia la generación de capital social mediante la reciprocidad, la confianza y la solidaridad (Cepal 2002a).

Reflexión crítica

Contexto globalizado y políticas sociales en América Latina

 La globalización es el producto de efectos contradictorios en la sociedad, donde a su vez nos ofrece un mundo con muchas posibilidades de desarrollo, con el crecimiento económico que ésta genera a partir del auge de la economía de mercado, las telecomunicaciones, la informática y el conocimiento racional, amplios sectores de la población quedan excluidos del mismo generándose sociedades desiguales e inequitativas. Podemos evidenciar fenómenos como: el desempleo, la flexibilidad laboral, la precarización del empleo, el incremento de la pobreza, la indigencia y vulnerabilidad social, la reducción de la gobernabilidad democrática, la violación de los derechos humanos, la inseguridad ciudadana, la violencia generalizada, el debilitamiento de la cohesión social.
Según Altamir (1994), esta situación ha tendido a agravarse por las políticas adoptadas por los gobiernos de la región que han sido orientadas a aumentar las desigualdades.
La globalización económica  tiene características comunes como por ejemplo la información en tiempo real; la planeación global de la producción de las empresas transnacionales; la extensión del libre comercio,  formas de proteccionismo en el mundo industrializado; la contradictoria combinación de una elevada movilidad de los capitales y fuertes restricciones a la migración laboral; la evidencia de una creciente vulnerabilidad e interdependencia ambientales, y una inédita tendencia a la homogeneización institucional.
De este modo, América Latina hasta ahora no ha logrado avanzar significativamente en el ámbito social, pues no cuenta con una estrategia sólida que contribuya a reducir la pobreza, la desigualdad social, y a incrementar la inclusión de sus ciudadanos más pobres dentro del sistema político, social y económico. (Dell'ordine 2003) el modelo de desarrollo en el territorio latinoamericano, se ha interesado prioritariamente por las condiciones de la clase trabajadora, de las personas en situación de pobreza y de una parte de los individuos de la sociedad, actuando mediante programas y estrategias que proveen salud, seguridad social, vivienda, educación y tiempo libre, con el objetivo de lograr bienestar social y mejoría de las condiciones materiales de vida de la población.
En razón a lo anterior, la Cepal indica que en América Latina "la política social necesita renovarse y fortalecerse de forma significativa" (Cepal 2002b, 308), particularmente en cuanto a la educación, el empleo y la protección social (Cepal 2002b, 308). Este mismo organismo señala que estas políticas deben orientarse hacia la generación de capital social mediante la reciprocidad, la confianza y la solidaridad (Cepal 2002a).
Economía civil desde una ética de la razón cordial
Con la actual crisis se ha venido agravando el modelo de la economía, se entiende por máximo beneficio el correcto desarrollo económico social y humano Joseph E. Stiglitz premio nobel de economía argumenta que la teoría neoliberal “no se basa en una profunda comprensión de la teoría económica moderna, sino en una interpretación ingenua de la economía, basada en los supuestos de una competencia perfecta, de unos mercados perfectos y una información perfecta” (2012: 12). Uno de los principales efectos de este proceso crítico, ha sido el considerable aumento del interés general por modelos económicos alternativos. Especialmente aquellos basados en el bien común y la relacionalidad.
Economía civil: bien común y relacionalidad
La economía civil surge con un claro propósito: ofrecer un modelo económico capaz de dar respuesta a las necesidades de la sociedad del momento; es decir, cuyo desarrollo permita una sociedad más justa y feliz (Genovesi, 1785a: 3). Para Genovesi, las personas tienen necesidades que, en muchos casos, requieren de relacionalidad; como, por ejemplo, la satisfacción de su natural propensión a la felicidad. Genovesi emerge la idea de un mercado civil y civilizador cuyo correcto funcionamiento es condición de posibilidad de una sociedad más justa y, sobre todo, feliz. El comercio, en tanto que requiere de espacios adecuados para poder generar relaciones interpersonales, ofrece las condiciones necesarias para que las personas puedan satisfacer sus necesidades y desarrollar una vida plenamente humana. Entre otras cosas, porque obliga a fomentar la paz y libertad entre personas y sociedades (Genovesi, 1785a: 5, 57; 1785b: 8, 18-19) ofreciendo a los implicados la posibilidad de proyectarse adecuadamente. Encuentra en el bien común el criterio de validez moral que le permite justificar y dar sentido a toda la actividad económica. Para la economía civil, por consiguiente, es lícito comerciar, pero siempre y cuando el principal interés de la actividad sea el bien de la comunidad.
Genovesi diseña su enfoque civil de economía alrededor de seis conceptos fundamentales:
comercio: mecanismo básico de civilización porque  requiere de relacionalidad para existir; necesita fomentar y potenciar la adquisición y uso de las virtudes civiles para poder llevar a cabo su actividad; exige paz entre pueblos y naciones para desarrollarse correctamente;  la economía se erige como una actividad civil y civilizadora que promueve y procura espacios de paz y libertad donde las personas puedan desplegar sus objetivos de vida buena, sus máximos de felicidad
 interés: Se trata de un tipo de contrato que, orientado por el bien común y motivado por la gratuidad, sirve para empoderar a los demás, no para enriquecerse a costa de sus necesidades, por lo que está totalmente justificado.
Confianza: recurso básico para el desarrollo económico, puesto que el “crédito personal en general de una Nación, con relación a las otras con quienes comercia o puede comerciar, nace de dos principios: el primero del crédito de muchos particulares: el segundo de la fe pública civilidad, reciprocidad y felicidad.
Civilidad: conjunto de medios disponibles y utilizados por una sociedad concreta para desarrollarse y alcanzar un nivel superior en términos de instituciones y prácticas sociales. Para la economía civil, generar y potenciar tales mecanismos existentes es crucial para conseguir el bien común de la sociedad y, de ese modo, la felicidad pública de los implicados.
Reciprocidad: característica básica que permite el establecimiento de ciertas relaciones genuinas implicadas en la felicidad de la sociedad y sus individuos.
Felicidad: La vida civil, apoyada en virtudes civiles y orientadas por el bien común, emerge como un espacio donde las personas pueden desarrollarse en comunidad y conseguir la felicidad, mientras que la vida desencarnada, apoyada en vicios y orientada por el bien particular, produce un placer hedonista cuya satisfacción es limitada y cortoplacista.
 Tras siglo y medio de olvido, la economía civil está siendo reconsiderada por algunos teóricos actuales, Principalmente, como alternativa a un modelo económico preponderante que, basado en el individualismo axiológico y la maximización del beneficio particular, no parece capaz de lograr satisfacer las expectativas e intereses en juego, tanto a nivel económico como social y humano.


jueves, 8 de mayo de 2014





GACHETÁ
_________________________________________________
 
Gachetá
Municipio de Colombia
Bandera de Gachetá
Bandera
Escudo de Gachetá
Escudo
Gachetá
Gachetá
Localización de Gachetá en Colombia
Ubicación de Gachetá en Cundinamarca
Ubicación de Gachetá en Cundinamarca
PaísFlag of Colombia.svg Colombia
• DepartamentoFlag of Cundinamarca.svg Cundinamarca
• RegiónAndina
• ProvinciaGuavio
Ubicación4°48′59″N 73°38′10″O


Coordenadas4°48′59″N 73°38′10″O
• Altitud1.745 msnm
• Distancia99 km a Bogotá
Superficie262 km²
Fundación2 de abril de 1593
Población10.199 hab. (1 )
GentilicioGachetuno
AlcaldeMonica Romero Parra
Sitio webhttp://www.gacheta-cundinamarca.gov.co

Gacheta en lengua Chibcha quiere decir detrás de nuestra labranza según Acosta Ortegón haciendo referencia a su dependencia de Guatavita y al estar detrás de ésta. Los primitivos pobladores fueron los Chios de la Nación Chibcha. El actual pueblo fue fundado por el Oidor Miguel de Ibarra por auto del 2 de abril de 1593; eran Curas Doctrineros Fray Alonso de la Asunción y el Padre Baltasar Romero.
La población se consolidó con la construcción de nueva iglesia contratada por el Oidor Enriquez con el albañil Domingo Pérez. Las reconstrucciones de la Iglesia se encuentran las de 1728 siendo Cura Fernando de Guzmán y de 1755 por el Cura interino Diego Martín Terán. En la visita del Oidor Aróstegui y Escoto de 20 de enero de 1758 había 741 indios de ellos 116 tributarios. El padrón de vecinos dio un total de 1007 personas. En la visita del escribano José Prudencio Camacho por comisión del Oidor Moreno y Escandón el 18 de febrero de 1799, los vecinos eran 2.034 en 412 familias.

En 1814 el Alcalde Roque Novoa levantó el Censo del pueblo de San Miguel de Gacheta, que dió como resultado 526 vecinos. Por Resolución del Ministerio del Tesoro y Crédito Nacional de 28 de febrero de 1863 se estableció la administración de Salinas de Gachetá, dependiente de la de Zipaquirá.
http://www.colombiaturismoweb

Altitud:1745
Temperatura:19°
Distancia a Bogotá:99 (km)
Número de Habitantes:10509

SITIOS DE INTERES
La Iglesia de San Miguel Arcangel, en el parque principal, contruída por el Párroco Abdón López en el año de 1927 a 1931
cundinamarca turiasticaCundinamarca TuristicaCapilla empredada del Zaque
Sendero ecoturístico a las antiguas Salinas Chibchas, cargado de historia y belleza natural
Cundinamarca Turistica
Cundinamarca TuristicaEscuela empedrada del Zaque, de gran belleza arquitectónica
La Cascada Golpe de Agua y la caida natural Yonama
Cundinamarca Turistica
Cundinamarca Turistica
Sitio Arqueológico Piedra Antigua
Sendero ecológico Boca de Monte
Cundinamarca Turistica
Cundinamarca TuristicaRepresa del Guavio. Parte de este importante embalse se encuentra en el municipio y ofrece excelentes alternativas para los deportes acuáticos
jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj
Cementerio de Gachetá. Unos de los más bellos de latinoamérica, construido sobre enormes rocas de mármol.
Cundinamarca Turistica
http://www.cundinamarcaturistica.com/gacheta.php