miércoles, 10 de mayo de 2017

Etica

Ética
REFLEXIÓN CRÍTICA, PROBLEMÁTICA DE RIESGO SOCIAL

Los efectos contradictorios en la sociedad hace  que la población quede excluida generando sociedades desiguales e inequitativas evidenciándose   fenómenos como el estrechamiento de los mercados internos, el desempleo, la flexibilidad laboral, la precarización del empleo, el incremento de la pobreza, la indigencia y vulnerabilidad social, la reducción de la gobernabilidad democrática, la violación de los derechos humanos, la inseguridad ciudadana, la violencia generalizada, el debilitamiento de la cohesión social, entre otros.
Esta situación ha tendido a agravarse, por cuanto las políticas públicas adoptadas por los gobiernos de la región han estado orientadas a aumentar estas desigualdades, como se desprende del análisis que hace Altamir (1994), quien compara el caso de diez países, y afirma que hay bases para suponer que la nueva modalidad de funcionamiento y las nuevas reglas de política pública de estas economías pueden implicar mayores desigualdades de ingresos. Al respecto, Guy Bajoit señala que dichas políticas son impulsadas por el Estado, “muy concretamente: el Estado neoliberal que no deja de repetir a los pobres que tienen el derecho de vivir con dignidad, integrados en una sociedad equitativa, donde son invitados a ser individuos y ciudadanos, y, simultáneamente este mismo Estado adopta un modelo económico que genera estructuralmente un auge de la desigualdad, de la exclusión, y por ende, de la pobreza relativa” América Latina hasta ahora no ha logrado avanzar significativamente en el ámbito social, pues no cuenta con una estrategia sólida que contribuya a reducir la pobreza, la desigualdad social, y a incrementar la inclusión de sus ciudadanos más pobres dentro del sistema político, social y económico. En ese sentido, hay poca evidencia de que las mejoras importantes en la política social hayan sido cruciales en la disminución de la pobreza y la desigualdad en las últimas dos décadas. Con la actual crisis, se han agravado las críticas hacia un modelo de economía preponderante que, apoyado en la supuesta racionalidad auto interesada del agente y las consecuencias inintencionadas de sus acciones, entiende que la búsqueda del máximo beneficio particular garantiza el correcto desarrollo tanto económico como social y humano.
Desde esta perspectiva, el problema actual del desarrollo económico y social no respondería tanto a una cuestión de falta de recursos, sino a una escasez de relacionalidad. En primer lugar, porque tal hecho no permite superar la barrera del equilibrio subóptimo que impone el individualismo axiológico, como así sugieren diferentes experimentos de laboratorio y estudios de campo realizados con juegos de estrategia10 (Zamagni, 2006). En segundo lugar, porque de ese modo es muy difícil encontrar la forma de hacer posible una actividad económica que resulte rentable y sostenible al mismo tiempo11 (Zamagni, 1999). Y en tercer lugar, porque imposibilita la generación de aquellos bienes que, como la amistad, la confianza, la participación ciudadana o la identidad, están implicados tanto en la cohesión del mercado y de la sociedad como en la gestión del capital talento y la autorrealización de las personas12 (Zamagni, 2010c).
la política social ha sido entendida tradicionalmente como una intervención del Estado en la sociedad civil (Ceja 2004), un instrumento del mismo que, acorde con su modelo de desarrollo en el territorio latinoamericano, se ha interesado prioritariamente por las condiciones de la clase trabajadora, de las personas en situación de pobreza y de una parte de los individuos de la sociedad, actuando mediante programas y estrategias que proveen salud, seguridad social, vivienda, educación y tiempo libre, con el objetivo de lograr bienestar social y mejoría de las condiciones materiales de vida de la población (Dell’ordine 2003). Sin embargo, hoy los mismos apuntan también hacia el impulso de un mayor desarrollo humano, equidad, justicia y cohesión social (Ceja 2004; Viteri 2007). Colombia no ha sido ajena a la aplicación de políticas sociales orientadas en la primera dirección, lo cual ha generado sistemáticamente la ponderación del beneficio personal, aun a costa de terceros; la indiferencia hacia el sufrimiento de los demás; el temor a pronunciarse o a disentir, ante la posibilidad de ser excluidos de tales “beneficios”; el “acomodamiento” en circunstancias adversas de sus vidas para seguir recibiendo ayudas, lo que las hace una metáfora de “caída social”. de acuerdo con los desarrollos éticos actuales, la política social ya no puede seguir apostándole al fomento de un individuo autónomo, en el ostracismo que le dan su real saber y entender, su libre albedrío para actuar, sino que las instituciones y los agentes profesionales que las operan deben trabajar en el potenciamiento de personas que, a partir de un ejercicio dialógico argumentativo, deliberativo y simétrico en torno a sus condiciones de vida y las formas de mejorarlas, configuren un sistema normativo y regulativo de sus prácticas sociales, que sirva de base para impulsar conjuntamente un mayor reconocimiento y aceptación de las diferencias, donde tenga lugar un verdadero ejercicio de poder mediante la solidaridad y corresponsabilidad con los “otros” hacia la construcción de una sociedad más cohesionada, equitativa y democrática.

file:///C:/Users/MariaAlicia/Downloads/Economia%20civil%20desde%20una%20%C3%A9tica%20de%20la%20raz%C3%B3n%20cordial%20-%20Patrici%20Calvo%20(2).pdf


Link video propuesta de solución final
https://youtu.be/yNRL-Zql55Q


En cuanto a la generación de puestos de trabajo, un primer factor determinante es la evolución histórica del nivel del producto interno, el que está a su vez directamente asociado con el ritmo de formación de capital. Sin duda una tasa elevada y sostenida de crecimiento del producto constituye la condición necesaria fundamental para asegurar un ritmo de generación de nuevos puestos de trabajo que sean compatibles con la disponibilidad creciente de mano de obra.

Si analizamos lo ocurrido en los países con  economías en transición, comprobamos que el problema del desempleo se deriva de que aún subsiste la acumulación de mano de obra en las empresas estatales heredada del sistema económico anterior. A pesar de que las empresas, por ejemplo, de la Europa central y oriental han emprendido reestructuraciones de fondo - cuyo costo ha sido a menudo el aumento del desempleo y la pobreza - todavía les queda por resolver el ajuste de la estructura empresarial con el fin de aumentar la productividad de la mano de obra. Otros problemas prácticos que reclaman solución son la insuficiente flexibilidad del mercado de la vivienda y las dificultades que supone garantizar una protección social aceptable para los trabajadores afectados por la reestructuración.

En las regiones con economías en desarrollo, la mayoría de los trabajadores desempeñan labores de baja productividad que, siendo con frecuencia físicamente pesadas, sólo les aportan remuneraciones mínimas. En la mayoría de estos países  el pleno empleo es un objetivo a largo plazo y, en lo inmediato, solo sirve como marco para la formulación de políticas de empleo. Entre los objetivos a perseguir, figura el logro de una tasa de crecimiento del empleo productivo en los sectores modernos, superior a la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo y la disminución de la magnitud del subempleo en los ámbitos tanto rural como urbano del sector no estructurado de la economía.

DESEMPLEO Y POBREZA: CAUSAS Y POSIBLES SOLUCIONES
 Dr. Raúl Enrique Altamira Gigena
Profesor Titular Plenario
Derecho del Trabajo y Seguridad Social
Universidad Nacional de Córdoba



2 comentarios:

  1. Teniendo en cuenta la difícil estabilidad laboral en gacheta, dentro del plan de DesarrolLo Municipal se debe incluir un programa de generación de empleo y sostenibilidad económica mediante programas de organización social, donde se generen programas de apoyo a la producción mediante huertas caseras y abastecimiento de la canasta familiar de primera mano, luego incentivar a los jóvenes
    enes dando a conocer los programas educativos de la nación y los subsidios para erradicar la deserción escolar. de esta manera orientar a los niños, niñas y jóvenes a ser emprendedores en cienci y tecnología para estar a la vanguardia de los avances tecnológicos y económicos del país.

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  2. Problemática Social: el desempleo

    Actualmente en el Municipio de Gachetá encontramos como problemática social el desempleo; generando a la sociedad situaciones difíciles, baja autoestima debido a la falta de ingresos necesarios para el auto sostenimiento y el de sus familias.

    Se puede evidenciar personas adultas y jóvenes recién egresados del grado once que no están en capacidad de trasladarse a la capital a continuar sus estudios superiores, pero tampoco se cuenta con generamiento de empleo que soporte su estadía en el municipio.

    No existen suficientes organizaciones de servicios que impulsen el
    crecimiento y la generación de empleo. Además, otro de los factores más influyentes en el aumento del desempleo son los bajos niveles en la educación o la misma ausencia de ésta, por falta de políticas eficientes. Colombia ha venido atrasándose en materia de educación y gran parte del atraso educativo es producto también de la inestabilidad macroeconómica de las últimas décadas. Muchas familias con bajos ingresos optan por retirar a los niños y adolescentes de los colegios y en muchos casos por decisión propia, lo que produce que el nivel educativo de las fuerzas de trabajo se estanque, pues a raíz de los cambios tecnológicos en el mundo, las organizaciones y sectores empresariales exigen cada vez más nivel, sobretodo en educación superior.

    Por otro lado, la corrupción en la administración pública es una piedra más en el camino para que la salida al problema de desempleo sea posible. Para nadie es un secreto que la corrupción intensifica las desigualdades sociales, pues se afecta el normal funcionamiento del mercado libre y el sistema de incentivos económicos también se ve perjudicado.

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